miércoles, octubre 26, 2016

Disminuidos de sentidos




Nuestros sentidos que son mucho más de los  5 que conocemos  básicamente como: la vista, el tacto, el gusto, el odio y el olfato, los cuales necesitan de herramientas evolutivas como los ojos, la piel, los brazos, la nariz o lo oídos para poder interpretar el mundo y sobrevivir a las tareas diarias comunes de los seres humanos.  
¿Qué pasa cuando carecemos de alguna de las herramientas para poder afrontar el mundo? Entonces el cuerpo sufre un periodo  de adaptación, donde los demás sentidos se intensifican a razón de que el cuerpo siga funcionando normalmente en un nuevo mundo de estímulos diferentes, recopilados de manera distinta con el fin de enviar la mayor parte de información y así el cerebro pueda interpretarla y darle sentido.
Una historia muy famosa y que ha sido causa de películas, libros y canciones, es el caso de la escritora Helen Keller que nació sin poder ver, escuchar y por ende sin poder hablar para comunicarse, hasta que gracias a terapia pudo aprender a valerse de los sentidos con los que contaba y a pesar de sus limitantes, pudo ser la primera mujer que en sus condiciones logró titularse en la universidad y hasta con el tiempo logró ser una oradora sobresaliente y una activista muy férrea.
A decir verdad es que todos somos minusválidos, nuestros sentidos están muy disminuidos en comparación con los maravillosos sentidos de los animales y en comparación de lo que actualmente sabemos de los rangos de visión y audición que se nos escapan, al no poder alcanzar a ver un abanico de colores y sonidos que son mucho más amplios de lo que la gente imagina o sabe a ciencia cierta.
Aunado al poco entrenamiento mental que tenemos y que por múltiples distracciones cotidianas y miles de estímulos que bombardean nuestros sentidos, estamos mucho peor para poder entender la realidad que nuestro cerebro interpreta, y  a la vez, como esa información que nos conforma nos da un criterio y una visión general del mundo.
Nuestro cerebro se adapta y cambia en relación de los estímulos que recibe. Si siempre recibe los mimos estímulos, el cerebro crea patrones óptimos de funcionamiento,  por lo cual deja de usar ciertas áreas, las cuales pueden ser observadas mediante las resonancias pertinentes y los monitoreos científicos precisos, entonces por cuestiones de evolución podemos dejar de percibir y entender lo que está sucediendo a nuestro alrededor, porqué el cerebro se volvió rutinario y gracias a su plasticidad se adaptó a entender y percibir de una manera muy reducida.
Es por eso que al pensar e intelectualizar con retazos de la realidad nuestro criterio y nuestra visión del mundo también estará segmentada, razón por la cual hacemos estupideces, creemos estupideces y defendemos estupideces.
En un video que vi hace poco se les preguntaba a estudiantes de la universidad ibero americana, ubicada en la zona popis de santa fe en la Ciudad de México ¿Cuál era su visión de la educación en México, la trascendencia de tener un presidente estúpido y como se consideraban al tener educación de más calidad al ser privada? Después se les hicieron preguntas por demás básicas y por increíble que parezca sus respuestas fueron iguales o en algunos sentidos muchos peores que los políticos que criticaba, y su ignorancia carente entendimiento de la trascendencia y significancia para un estudiante universitario, era no sólo triste más que patética, era y es preocupante.
Aunque es verdad que el cerebro al no ser usado de forma correcta se apaga y deja de funcionar, también es verdad que este nunca deja de estar listo para volverse a reiniciar prenderse y funcionar mucho mejor la próxima vez que se le den los estímulos precisos necesarios.
 Dejar de ver la televisión como medio de información y educación es un buen primer paso, dejar de consumir música chatarra repetitiva y Sosa es un buen segundo paso, romper esquemas, rutinas, estados de confort, también es otro gran excelente paso y leer mucho, criticar lo leído y después interpolarlo, cuestionarlo, cotejarlo, compararlo con otras fuentes, es creo yo, el más importante paso que debes hacer, pero ya.

Aquí un copia pega que hice de una búsqueda en Google sobre la lista de todos los sentidos que en teoría tenemos.


Esta es la lista completa que en teoría poseemos (que en total propone que tenemos 26 sentidos):
  • Percepción de la luz: es un sub-sentido de la vista. 
  • Percepción del color: es un sub-sentido de la vista que compartimos con algunos animales. No todos vemos los colores de la misma manera, algunas personas poseen la capacidad de distinguir más tonos que otras. 
  • Audición: con este sentido estamos familiarizados. Hace parte del grupo original de 5 sentidos y puede perderse parcial o totalmente. 
  • Olfato: este sentido también hace parte de los 5 que más conocemos. Parece que es uno de los más primitivos que tenemos y está asociado a nuestra capacidad de detectar el peligro y sobrevivir. 
  • Gusto: el gusto es uno de los más placenteros sentidos. Hace parte de los 5 más famosos y se divide en varios sub-sentidos, cada uno con capacidades específicas y funciones concretas.
  • Percepción del dulce: es el sub-sentido del gusto que desarrollamos más temprano. Venimos predispuestos para saborear el dulce y nuestro cuerpo emite respuestas positivas cuando lo percibimos. 
  • Percepción del salado: es el sub-sentido del gusto que nos permite saborear la mayoría de alimentos que ingerimos. Algunas personas tienen sentido del gusto pero son incapaces de percibir el sabor salado.
  • Percepción del agrio: es un sub-sentido del gusto. Parece que lo desarrollamos especialmente para detectar cuando un alimento es peligroso para nuestro organismo. 
  • Percepción del amargo: es un sub-sentido del gusto. Algunas personas tienen sentido del gusto pero son incapaces de percibir el sabor amargo.
  • Tacto: todos lo conocemos, pero según esta teoría éste se divide en sub-sentidos como la termopercepción y la nocicepción.
  • Nocicepción: es la capacidad de sentir dolor. Para una persona que carece por completo del sentido del tacto, no tener nocicepción puede ser la consecuencia más grave. Imagina que tu cuerpo no te avisara cuando te duele la cabeza, tienes una infección o te quemas. Todos necesitamos sentir dolor para encender las alarmas de respuesta y atacar al agente que nos hiere. Este sentido está asociado con nuestro instinto de supervivencia. 
  • Mecanorrecepción: es nuestra capacidad motora de respuesta. Cuando poseemos este sentido a cabalidad tenemos reflejos agudos y podemos confiar en la respuesta de nuestros músculos. 
  • Equilibrio: es uno de los sentidos más importantes de todos. Es posible carecer de él, por algún tipo de desbalance al interior del oído o en el cerebro. De ser así, es posible que mantengamos el equilibrio para estar de pie, pero se nos dificultará el movimiento. Correr, saltar, bailar o incluso caminar podría volverse todo un reto. 
  • Propiocepción: es la capacidad de percepción del propio cuerpo. La propiocepción es lo que te permite vestirte o bañarte incluso con los ojos cerrados. Aunque no puedas verte o tocarte, de alguna manera sabes qué lugar ocupa tu cuerpo y cómo están distribuidas sus partes. Si carecieras de este sentido sufrirías de una enorme torpeza y chocarías con todo al caminar.
  • Kinestesia: es la percepción del movimiento. De alguna manera nuestro cuerpo tiene la capacidad de percibir y predecir el movimiento, cuando esto sucede estamos usando nuestro sentido kinestésico. 
  • Termocepción: es la percepción de la temperatura, ésta funciona a nivel interno. Puede considerarse este sentido como un sub-sentido del tacto con la función específica de informarnos si nuestra temperatura corporal es sana.
  • Percepción del frío: nos permite percibir la temperatura exterior y nos alerta para protegernos.
  • Percepción del calor: al igual que la percepción del frío, nos faculta para captar la temperatura de nuestro entorno avisándonos en caso de que debamos poner una barrera de defensa.
  • Interocepción: percepción interna del cuerpo relacionada con la sensación del nivel interno de líquidos.
  • Presión arterial: este sentido nos permite mantener constante y en equilibrio nuestra presión arterial. No lo hacemos de manera consciente (como sucede con todos los demás sentidos), pero nuestro cuerpo tiene la habilidad de regularla. 
  • Contenido de oxígeno en la sangre: este sentido, como el de la presión arterial, responde a una habilidad interna del cuerpo que cumple una función reguladora en el organismo. 
  • PH líquido cefalorraquídeo: cumple la misma función que los dos sentidos anteriores.
  • Presión osmótica del plasma: nuestro cuerpo usa este sentido todo el tiempo. Cada vez que alguna sustancia debe traspasar una barrera (atravesar una membrana permeable) en nuestro cuerpo, hacemos uso de la presión osmótica del plasma. 
  • Nivel de glucosa en sangre: este sentido puede perderse parcialmente trayendo consecuencias graves en la salud. 
  • Inflamación de pulmones: este sentido les permite e nuestros pulmones respirar. No podemos vivir con ausencia total de este sentido, porque nos causaría la muerte.
  • Sinestesia: desarrollado sólo por algunos seres humanos, y considerado por ciertas ramas de la medicina como un desorden perceptivo. Un ser humano con percepción sinestésica puede asociar estímulos que le corresponden a un sentido, con otro sentido. Esto quiere decir que puede percibir un color al escuchar una pieza musical o sentir el gusto ácido de una textura. Lo más cercano a la sinestesia para muchos de nosotros es la asociación que nuestro cerebro hace entre olfato y gusto. Cuando olemos algo podemos imaginar a qué sabe... bueno, cuando puedes asociar de esa manera todos los sentidos a la vez, tienes percepción sinestésica. 

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