jueves, mayo 05, 2022

Las memorias

 


La memoria es altamente traicionera ¿será por eso que me dedico a escribir? Simplemente para evitar olvidar lo que creo haber entendido en su momento.

Estamos llenos de recuerdos, algunos memorables, algunos tristes, pero en su mayoría, esas memorias, son las que le dan razón de ser a nuestro presente.

Pero la realidad es que somos un cajón de recuerdos nebulosos que jamás ocurrieron como los recordamos, todo es una variación de juicios y deseos que la memoria trata de reconstruir con retazos de lo que siente, anhela o imagina.

Por eso es que el apego es la mayor causa de recurrencia al pasado, creyendo que en ese entonces, las cosas sé desarrollaron de una manera mejor de lo que en realidad fueron.

Cuando retomo este diario en fechas muy lejanas, de un pasado que quedó de alguna manera plasmado en alguna reflexión, es que me doy cuenta de que mis memorias discrepan en cuanto lo que escribí y en cuanto recuerdo.

También esos sentimientos ya distanciados por la lejanía de los eventos, ahora, ya no son tan intensos, y el juicio es más lúcido.

Lo que más me consuela de esos días pasados, es que a nadie recuerdo con rencor, porque se que aquellos enojos, frustraciones o hechos de violencia doméstica, fueron dentro de una forma de pensamiento menos evolucionado que el que ahora tengo.

Si, las personas que más ame fueron las que más me lastimaron, se que no fue porqué así lo quisieron, solo fueron conflictos mal resueltos de su parte, y que a las personas que dañe con mi forma de ser, también fue por el sufrimiento y el miedo mal enfocado, de otro pasado también mal llevado.

La única forma de aprender a recordar con cierta certeza y más apegado a lo vivido, es vivir el presente en un estado meditativo constante, y eso quiere decir estar presente en todo momento, porque al saber que olvidamos casi el 80% de lo vivido en dos años, es un gran desperdicio de vida el que se va al olvido, solo porque aprendemos a existir de una manera mecánica y automática.

Solo aquello que impacta nuestra memoria es recordado y solo se recuerda lo que fue de corazón, lo que fue dicho y hecho con amor o verdadero odio.

Por eso las personas que son poco exigentes para con su amor por la vida, por su trabajo, familia o relaciones, son las que más sufren el apego emocional, ya que al vivir de manera autómata se olvidan que la vida está sucediendo en este preciso momento y no en alguna fecha en específico, como cumpleaños o días feriados.

Otro enemigo que tiene nuestra memoria son los teléfonos inteligentes y todas esas aplicaciones de redes sociales, ya que híper estimulan nuestra memoria a corto plazo, creando un lazo de atención corto y constante en cosas sin importancia ni trascendencia, por lo tanto, lo que el cerebro tiene que desechar como memoria basura es cada vez mayor, y entre eso se va una gama de recuerdos que podrían haber sido significativos, si en vez de estar idiotizados, nos tomáramos el tiempo de apreciar y observar todo con precaución, cuidado y detalle.

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