Es increíble como es posible medir la felicidad para algunas organizaciones altamente capitalistas y cimentadas en el consumo exacerbado y peor aún, proclamar sobre esta escala de valores a los países más felices del mundo. Según estos lerdos, la felicidad está cimentada en la capacidad de obtener bienes y servicios, en la cantidad de dinero que obtienes por tu labor, en la seguridad personal, en los niveles ínfimos de corrupción en las instituciones que te representan y la calidad en las vías de transporte así como el equilibrio en infraestructura y medio ambiente. Dentro de estos parámetros claramente y sin lugar a dudas se encuentran países europeos del primer mundo, como: Suiza, Dinamarca y Suecia. Por sobradas razones, estos países cumplen la mayoría de los requisitos que conforman la fórmula de la felicidad, pero oh sorpresa, también son los países donde se registran ¡más suicidios en todo el mundo! Que contradictorio, el lugar donde la gente debería estar saltando de alegría como minero que encontró oro, es el lugar donde más depresiones y más trastornos sociales se observa .
Algunos especialistas apuntan a factores ambientales, combinados estos a la falta de receptores de dopamina por la inhibición solar y el frío constante en estos países como la causa de que teniéndolo aparentemente todo sean tan miserables.
Una vez más tener y ser son características totalmente distintas.
Lo más increíble de todo es que países pobres o en vías de desarrollo sean los que más disfrutan del ahora. sus habitantes se preocupan más por disfrutar lo poco que tienen hoy, y mañana es algo por lo que se buscará solución en su momento.
Aquí es donde se difiere, donde los caminos se separan para entender lo que es felicidad y plenitud. un pájaro, un tigre, un elefante pueden ser muy infelices en un zoológico donde teniendo cuidados, medicamentos y alimentos no tienen libertad.
Y al contrario animales en la hambruna y el frío máximo son capaces de disfrutar y ser plenos, mientras cuenten con la oportunidad de forjar su propia suerte.
El problema es que se cimenté la creencia de felicidad en la obtención de bienes y servicios, que se publicite la idea de que al tener todo se alcanzará la felicidad y por eso es que la sociedad moderna está en una carera presurosa en busca de tener más, para así llenar ese oscuro agujero que esconden en el alma.
armando_vega@terra.com.mx
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