sábado, octubre 31, 2015

La divina necesidad de la esperanza




Decía mi buen amigo Eduardo Ulloa " si Cristo fuera mujer" imaginando o refiriendo como fundadora de una religión o centro del pensamiento teísta y que rigiera el pensamiento fundamentalista de los millones de creyentes.
Durante miles de años y en cientos de culturas, el culto a la diosa madre fue una ley y una guía que mantuvo la idea de reproducción, de compasión, de fertilidad de crecimiento, de protección y aunque la religión moderna a tomado la batuta de la hegemonía masculina, dejando en un papel secundario a la mujer, esto ha generado más inconvenientes que soluciones en referencia a la máxima de todas las religiones "ama a tu prójimo"( pero si se pasa de verga chingatelo) bueno eso último es lo que en realidad sucede. La filosofía de los dioses masculinos está fallida, no ha funcionado nunca, ni cuando los bien intencionados y míticos seudo Dioses andaban por ahí repartiendo verdades a diestra y siniestra; ahora que ya establecidos sus credos como religiones, son todo lo contrario que los mártires estipularon en sus enseñanzas .
Regresar a la diosa, al matriarcado sería irnos otra vez al extremo de la ecuación  y el equilibrio natural, y otra vez fallaríamos como practicantes y buscadores de verdades.
Encontrar la mujer que habita en mi o el hombre que soy, entendiendo que somos engendrados  indefinidos, por eso tenemos todos pezones y el pene o el clítoris son la misma cosa y funcionan de manera muy similar.
En mi pensamiento crítico  sería mejor  nunca buscar o interpretar la verdad de ningún iluminado loco paranoico que escucha voces. Dejar de tener la maldición azteca, de esperar por siempre el regreso de un dios que nos muestre el camino.
Pero como el hombre tiene por naturaleza la orden de buscar algo más grande que el siempre le podrá nombre y apellido al silencio, como decía el tigre Gil.
Es un pensamiento muy grande y requiere mucho entendimiento y estudió comprender que el mal no existe, sólo es un concepto que nació con la percepción de nuestra existencia en el espacio, que todo está en equilibrio y en evolución, que todo lo que te hace mal ahora, será un bien en recompensa en un futuro. siempre ha sido así y siempre será así.

SI CRISTO FUERA MUJER.


A lo largo de la historia
se puede ver a un simple hombre cabalgar de lado
y sin rumbo fijo...

A lo largo de mi historia
se puede ver a una mujer en su corcel dorado
con cientos de fronteras...

Al hombre sollozar derrotas, sumergido
y, a la mujer, el saborearlas sin excusas;
al macho, demostrando un poderío
y, a la hembra, con un sueño, o un destino...

Si Cristo fuera mujer
toda esta historia no sería más que verdad,
una lucha sin descanso a la razón
o navegar a diario, recto, al corazón.

Si Cristo fuera mujer
cuánta dicha albergaría a la humanidad,
seguramente que no habría “poderío”
y en la vida no cabría más felicidad.

Si Cristo fuera mujer
sus mandamientos fueran otros, ¡yo lo sé!
despertaría la mujer que llevo dentro
y sería más feliz mi proceder.

Si Cristo fuera mujer
todas las voces volcarían sobre él,
no sería más que maravilla el mundo
y yo simplemente fuera otro, no quien soy...


Letra y música: Eduardo Ulloa.
09 Noviembre de 2001.

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