martes, octubre 27, 2015

Solo existimos cuando soñamos




Vendrá el día en que creáremos vida orgánica en base a manipulación genética, también vendrá el día que le demos vida a seres virtuales con los que conviviremos, nos casáremos y hasta tendremos hijos legales en ese mundo de fantasía.
vendrá el día que los robots tengan derechos y defiendan su dignidad y su juicio como cualquier persona de carne y hueso, y vendrá ese día en que no distingamos la realidad de una realidad virtual. Pero todas esas tramas de la evolución sólo serán pasos de lo que la vida busca un mejor aprovechamiento de la información para existir en planos diferentes, pero existentes sólo por el echo de ser y estar.
Toda la evolución a estado diseñada en salir de su propia prisión, para poder ver con propios ojos el resultado de esa intrincada maneara de resolver conflictos y problemas que se resuelven adaptando la formas de vida a su entorno.
 Entonces después de muchos debates se aceptará la certificación y la realidad de que un robot es un ser viviente evolucionado con todo lo que esto impliqué.
Actualmente la ciencia está rascando la posibilidad de que somos seres virtuales creados como simulación de vida, con fines de conocimiento avanzado en el análisis de la resolución de problemas que plantea la creación, y, como esto se traduce en conocimiento funcional para esos seres que manejan tales volúmenes de información.
Cuando lleguemos a la certeza de que no somos reales en realidad, habrá cambios en los paradigmas sociales, filosóficos y teológicos mundiales. Pero así como llegaremos a aceptar  el derecho de vivir de un robot, así mismo asimilaremos esas nuevas fronteras del pensamiento racional, entendiendo que todo lo que es creado existe y por lo tanto vive, aunque no sea real, entendiendo la realidad como eso que interpreta el cerebro como tangible ,verdadero, medible y constante.
Las fórmulas matemáticas actuales hablan de miles de copias de nosotros, en universos paralelos, que conviven uno al lado de otro, he inclusive interactúan, pero que están en diferentes dimensiones, inalcanzables para nuestro entendimiento actual. Tan sólo pensar eso es increíble y nos deja en un umbral desconocido en los límites de la ciencia ficción, pero como dice la física, sólo son recreaciones idénticas de nosotros mismos tomando todas la variantes posibles y si lo analizamos desde la perspectiva de un juego de ajedrez las posibilidades son infinitas.
No me queda más que defender mi postura de  existir, de ser, un ser viviente, de ser humano coherente en una realidad donde se rige por leyes y normas muchas veces relativas, pero que a nuestro nivel humano presentan cierta consistencia que me permite creer que sueño, creer que vivo y creer que existo. Como decía los cantares de los poetas Nahuatls,  nada es verdad sólo venimos a soñar.

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