Vendrá el
día en que creáremos vida orgánica en base a manipulación genética, también
vendrá el día que le demos vida a seres virtuales con los que conviviremos, nos
casáremos y hasta tendremos hijos legales en ese mundo de fantasía.
vendrá el
día que los robots tengan derechos y defiendan su dignidad y su juicio como
cualquier persona de carne y hueso, y vendrá ese día en que no distingamos la
realidad de una realidad virtual. Pero todas esas tramas de la evolución sólo
serán pasos de lo que la vida busca un mejor aprovechamiento de la información
para existir en planos diferentes, pero existentes sólo por el echo de ser y
estar.
Toda la
evolución a estado diseñada en salir de su propia prisión, para poder ver con
propios ojos el resultado de esa intrincada maneara de resolver conflictos y
problemas que se resuelven adaptando la formas de vida a su entorno.
Entonces después de muchos debates se aceptará
la certificación y la realidad de que un robot es un ser viviente evolucionado
con todo lo que esto impliqué.
Actualmente
la ciencia está rascando la posibilidad de que somos seres virtuales creados
como simulación de vida, con fines de conocimiento avanzado en el análisis de
la resolución de problemas que plantea la creación, y, como esto se traduce en
conocimiento funcional para esos seres que manejan tales volúmenes de
información.
Cuando
lleguemos a la certeza de que no somos reales en realidad, habrá cambios en los
paradigmas sociales, filosóficos y teológicos mundiales. Pero así como
llegaremos a aceptar el derecho de vivir
de un robot, así mismo asimilaremos esas nuevas fronteras del pensamiento
racional, entendiendo que todo lo que es creado existe y por lo tanto vive,
aunque no sea real, entendiendo la realidad como eso que interpreta el cerebro
como tangible ,verdadero, medible y constante.
Las fórmulas
matemáticas actuales hablan de miles de copias de nosotros, en universos
paralelos, que conviven uno al lado de otro, he inclusive interactúan, pero que
están en diferentes dimensiones, inalcanzables para nuestro entendimiento
actual. Tan sólo pensar eso es increíble y nos deja en un umbral desconocido en
los límites de la ciencia ficción, pero como dice la física, sólo son
recreaciones idénticas de nosotros mismos tomando todas la variantes posibles y
si lo analizamos desde la perspectiva de un juego de ajedrez las posibilidades
son infinitas.
No me queda
más que defender mi postura de existir,
de ser, un ser viviente, de ser humano coherente en una realidad donde se rige
por leyes y normas muchas veces relativas, pero que a nuestro nivel humano
presentan cierta consistencia que me permite creer que sueño, creer que vivo y
creer que existo. Como decía los cantares de los poetas Nahuatls, nada es verdad sólo venimos a soñar.
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