miércoles, enero 20, 2016

La necesidad de no estar solos


 

Decía Frederick Nietzsche que la valía de un ser humano estaba cuantificada en relación a cuanta soledad puede soportar, y bueno, yo creo que la esencia natural del ser humano no puede ser medida, porque es relativa en relación a lo que su aporte pueda otorgar y como puede crecer y desarrollar sus habilidades personales y en conjunto por el bien evolutivo.
Aún así es verdad que la manipulación principal y el motivo más primario de estar juntos aunque no queramos es la necesidad de compañía, porque el más cruel de los castigos es el silencio, la ignomia, como en la película "El secreto en sus ojos" no hay peor castigo para alguien que el silencio y la soledad. En toda historia de náufragos siempre la dicha de encontrar otro ser humano es más valiosa que la comida o la libertad de esa prisión.
Cualquier ser humano que alcanza un estado de lucidez mental, de liberación espiritual, una Epifanía de conocimiento superior, lo primero que requiere en su nueva conciencia es la necesidad de estar alejado de una sociedad profundamente enferma. La mente entrenada está preparada para afrontar la soledad, porque el estado superior de la conciencia no requiere de otros para ser feliz, para obtener aprobación, para justificar sus días o sus actos, para poder saberse escuchado, amado y protegido.
Conozco parejas que están podridas de odio mutuo pero no saben, ni imaginan que exista otra persona que los pueda soportar, han logrado una simbiosis que es funcional en sus perspectivas de normalidad. Conozco gente que después de una reunión con sus "amigos" tiene miles de críticas destructivas en relación a sus ropas, apariencia, autos, parejas y las miles de mentiras que se cuentan para impresionar, pero ese juego social los reúne cada mes, los motiva para ir a hacer ejercicio, para comprar nuevas ropas, para pagar con muchas dificultades  un auto mejor, de viajar para tener que presumir y tener algo que restregarle a sus amigos en la próxima reunión.  
La soledad es una enfermedad del alma que comienza con la sociedad, que está relacionada con ella y su juego que nos involucra en un rol, un acto, un juego aceptado por todos y enfrentado en sus raíces por pocos.
La incustionabilidad de la pregunta ¿Porque te necesito? Hijo,padre,esposo,amigo,Dios,club,dependencia,patria,religión,novia,partido,ideología,blog,Facebook,teléfono,entretenimiento, ruido, barullo  y demás,  la respuesta es fácil, somos animales desvalidos, dependientes de otros para sobrevivir, porque en la soledad tendríamos que enfrentarnos a nosotros mismos y nuestros demonios y lo más aterrador es el silencio, ese que en un momento determinado nos cuestionara, nos confrontara, nos  acusara y nos reprochara lo que no hicimos y pudimos, lo que no dijimos y callamos, lo que no ayudamos y negamos.
A veces me reúno con un conocido del gimnasio que asisto y me entretiene mucho su necesidad de compañía, su necesidad de agradar, su apuro por el futuro y la prisa que siempre lo caracteriza su  necesidad de escucharse a sí mismo cuando habla y cuando en las pocas ocasiones que me permite intervenir, también. y al contrario de lo que la gente piensa, cuando hago referencias a su manera de actuar y comportamiento tan peculiar, no lo crítico, ni lo ataco, solamente analizo su soledad, esa enfermedad interna y desconocida que vive, y que es tan visible para mi, tan común y normal para el, la observo y me divierte porque tiene todos los clichés y obviedades que la soledad le transmitió, todos lo vicios de una sociedad profundamente adormecida por el consumo exacerbado. y aunque he puesto de mi parte, no con palabras, más bien con mis actos, un poco de esencia pero para quien es ciego de ver una realidad distinta, es una desperdicio desapercibido de sus sentidos y entender. Pero aún así me divierte ver tan de cerca un espécimen tan entretenido, tan egocéntrico, tan vació, de vida de amor  como una caricatura que la sociedad convierto de un hombre.
Alguna vez vi una pared grafiteada con una frase hermosa que decía así "imagina que harías si no tuvieras miedo" yo se que haría casi todo lo que he echo, porque me he enfrentado a mi más profunda soledad, que es la cimiente del miedo, pero la sociedad en general se disiparía, se desagruparía, porque ya sin miedo no existiría la religión, ni las consecuencias, ni las apariencias. Aprenderíamos a ver las cosas como son y no como queremos que sean.

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