Escombrando
los libros de aquel estante fue que se desprendió de uno de ellos una hoja,
como aquellas de otoños aún cálidos y mates que viven en mis memorias,que se
respiran en mis recuerdos. Era una hoja de papel con grafías febriles,
espontáneas, diciendo al primer intentó todo lo que el corazón desbordaba y
quería o podía decir y expresar. Me ruborizo la idea de una amor tan colorido,
que fue en su tiempo sólo para mi, un amor tan fresco, tan joven, tan ingenuo.
Entonces pensé si me vieras ahora en lo que soy y en lo que me he convertido.
Tal vez traicionamos a los sueños y las voces internas de vocaciones románticas
que nos incitaban a cambiar el mundo.
Despertó en
mi una nostalgia que se mantenía dormida como la princesa de aquel cuento que
sólo despertaría ante una ofrenda de amor, y surgiste de la bruma del olvido a
un presente que ya no te pertenece, un presente en el cual no estabas incluida,
pero por cosas de la vida te saltaste al futuro, en un giro juguetón del
destino.
¿Recuerdas
que jóvenes éramos? aún tengo la foto donde nuestros ojos brillaban de
esperanza y nos creíamos eternos y las promesas de futuros posibles no eran
escatimadas, y las canciones de caifanes y hombres G reconstruirán el tema
musical de nuestras vidas.
Es verdad,
un día te ame más que las ganas de ver ese evento deportivo junto a mis amigos
y familiares, un día te ame tanto que la noche me agarro por sorpresa muy lejos
de la casa mía, un día te ame tanto que el frío no me molestaba cuando solicito
te brinde mi saco en esa noche estrellada invernal.
Es verdad un
día me amaste tanto que lloraste por mis propios sufrimientos, que te doliste
por mis propios suplicios, un día me amaste tanto que te enfrentaste a tus
padres que no querían para ti un vago sin oficio ni beneficio.
Y tus letras
se clavan en mis memorias y penetran la corteza que ha recubierto mi corazón,
para sacar esa dulce esencia que era la vida, esa dulce miel que era amar sin
preguntar, sin medir, sin premeditar.
Una lágrima
seca que diluye parte de la tinta, justo donde dice "te extraño más que
nada en el mundo y te quiero más que a mi misma"
No recuerdo
porque es que te olvide, ni donde me extravié de mi mismo.
Ya han
pasado muchos años de esos ayeres, la vida ha sido buena conmigo,ame muchas
veces y fui correspondido, también perdí mucho de mi, casi las mismas que
encontré.
Tal vez nos
cruzamos alguna vez y ya no nos reconocimos, tal vez la vida prohibió el camino
azaroso de nuestros pasos.
Pero las
canciones siguen ahí, pero nosotros ya no, y esa vieja escuela sigue ahí,pero
nosotros ya no, y esas escaleras posteriores seguirán resguardando a otros
amantes principiantes,espontáneos aprendices, pero nunca más a nosotros.
¿Seguirás
amando tu soledad íntima? ¿Seguirás enamorada de Benedetti, de Sabines, de
Galeano? ¿Conservarás alguna de mis cartas, alguna de mis promesas, alguno de
mis besos?
El mundo
gira en el mismo sentido que cuando giraba en ese entonces, mi viejo reloj
marca las mismas horas,el calendario pasa hoja a los mismos días, los mismos
meses, diferentes años.
Nada
detendrá la vida, ni mis alegrías, ni mis tristezas, ni mis añoranzas ,sólo le
darán un paseo momentáneo a un instante, de cuando era más crédulo,más
inocente, más creyente.
Regresarás
al baúl de mis recuerdos, a la intimidad de
mis secretos, y diré tu nombre bajito para no olvidarlo una vez más,
reiterare una promesa rota que tal vez si pudo ser en otro momento, en otras
circunstancias, en otros besos, en otros ojos en otros corazones.
Un adiós
pequeño y solitario en una inmensidad de tiempo, que fue construido en un
momento eterno, que ya no será nunca más...que no volverá, nunca jamás.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario