Ella radiante, luminaria fosforescente que brilla en mis ojos, en mis deseos. Así comienza, con la chispa de un deseo, con la ilusión, con esperanza o miedo.
Y las emociones se desbordad por las sonrisas, que buscan ser las más galantes, con los halagos que suelen ser los más maquillados, y ella baila contigo y es sólo para ti, y tu bailas para ella, y sólo para el momento que es de los dos.
Ella te necesita en sus sueños y tu lo sabes, sólo tienes que recordarle lo que aún ella no sabe y tu que la necesitabas en los sueños y desde que la viste, lo entendiste y lo recordaste en el momento que te detuvo el corazón.
Los abrazos son ruegos de necesidad diciendo: nunca me dejes a mi suerte, que brillaba por su ausencia antes de ti.
Las miradas titilan y se forman constelaciones a cada paso que ella da.
Y cada día que la vez es un día de fiesta que vale la pena festejar, y el irse descubriendo, cada día es como la bruma que despeja la montaña y da paso a un paisaje majestuoso, que se escondía y que ahora luce en todo su esplendor.
Son dos desconocidos que se dieron la oportunidad de conocerse y que depende que tanto les gusté lo que descubran en ese desmarañar, es que todo será como imaginaron o mejor, o todo será como no esperaron y serán desencantados.
El misterio de el sabor de sus labios te hará soñar despierto en horas insomnes y tu llamada por teléfono la mantendrá en vilo com el corazón impaciente.
Serán dos menos solitarios, dos más afortunados que los grises transeúntes que no son tan bendecidos como ustedes.
Y les dirán, descarados, y los miraran con envidia las farolas que se prendan a su paso, les dirán insolentes aquellos que amargados ya no tienen corazón, que en alguna emoción pérdida se les escapó.
Todos los sueños serán posibles, he invencibles antes cualquier mal presagio, y lo único que tendrá relevancia será el momento en que el o ella aparezcan otra vez.
Será como el rayo de sol que amanece por primera vez y llenara sus corazones de luz, de calor, de una inmensa felicidad compartida.
Ningún te quiero será tan cierto como el que te dice, y ningún te amo será tan profundo en cada marca que deje a hierro fundido en el corazón.
Dos raros enloquecidos, mal entendidos por aquellos que olvidaron amar, que su corazón se enfrió como la lava ardiente de un volcán extinto.
Revolotearán como pajaritos en primavera, embotados de amor, de pasión y de deseo, y cada flor desabotonara para ustedes, cada estrella ofrecerá su brillo, y todos los colores se prenderán en honor a una llama que los iluminara al pos del comienzo, de lo que ustedes,decidirán, si se llama amor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario