sábado, enero 03, 2015

un hombre integral





un hombre integral

El debate de si la religión es buena o es mala, si ser científico aferrado a las ideas demostrables, los factos y las pruebas, es el camino, es un debate largo y sinuoso.
Yo no quiero un político religioso o científico agnóstico o ateo. Tampoco lo quiero de un sacerdote pastor o iluminado, no hay debate en eso, porque un político religioso o no, de todos modos nos robara en cuanto se le presente la oportunidad. Porque un sacerdote creyente o no, violara un niño o creara un banco dentro de su propia iglesia.
El debate no es si es necesario ser religioso o científico ortodoxo, el punto es ser un humano integral, porque siendo integrales, aunque se presente la oportunidad, jamás harás el mal por el mal. Si eres un ser humano integral, no aceptaras las fechorías de las cuales sobran ejemplos en nuestros dirigentes y sacerdotes.
El problema no es Dios o la idea que tengas de él, el problema no es Dios o la idea que quieras demostrar de su inexistencia, el problema es la integralidad, he integridad del hombre, del porqué de sus deseos y sus motivaciones. Decía, dictum de Actum “El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente” y es verdad, pero el poder anida en los deseos egocéntricos y endiosados de quien es absolutamente corrompible.
A la humanidad no le hace falta un científico con todas las respuestas, si su integridad y la suma de sus deseos están corrompidos. Este científico usara sus conocimientos para el desarrollo de armas que destruyan la humanidad 400 veces, creara gases y virus que destruyan naciones enteras, sin el mayor remordimiento y su problema no es la ausencia de Dios en su vida, es la falta de integridad en ella y aunque lo digan las religiones, los valores morales no deben de venir de Dios o su interpretación de él.
A la humanidad no le hace falta un mesías divisor, un súper Papa que reza cada día 5 horas por el sufrimiento del pobre y desvalido, pero duerme caliente en una cama, con sabanas de seda, que se asocia con mafiosos y prestamistas y que sus cuentas de ganancias ilícitas, de su corrupción como asociación religiosa esta manejada por su propio banco. Sin integridad moral, todas sus ideas, solo son utopías que sirven de consuelo a estúpidos creyentes que reciben paz espiritual sin preguntas.
No hace falta un político aferrado a la religiosidad o al pensamiento científico, hace falta un político integral que no se deje seducir ni embriagar por el poder y el empoderamiento.
Ser integral es ser coherente con lo que profesas y para eso es necesario saber la raíz de tus deseos, egocentrismos y carencias. Ser integral es entender la trascendencia de tus acciones, la causa y efecto de tus decisiones y la conexión intrínseca que hay en cada uno de los seres vivos.
No tengo problema con Dios, porque estoy en paz en mi concepto que tengo del, no tengo problema con la ciencia, porque me sorprende la capacidad del ser humano de encontrar respuestas y de salir a como sea lugar de este mundo, lleno de cuestionamientos por donde se mire. Mi problema es con el ser humano corrompible, ese ser humano que sin saber a ciencia cierta el porqué de sus deseos y necesidades, impone sus creencias y sus miedos, que obliga a miles de estúpidos soldados a luchar sus guerras, que doblega la fe y el amor en pos de sus intereses. Mi problema es con el ser humano ambicioso de metales y placeres transitorios, un ser humano consiente de su fragilidad y de su mortalidad, pero aun así acumulativo de bienes y posesiones como si fuera a ser eterno, como si obviara lo que es lógico y entendible.
Antes de aprender a leer, antes de aprender el catecismo, nos deberían a enseñar el porqué de nuestros deseos, el porqué de nuestros miedos y el porqué de nuestras necesidades de respuestas o nuestras necesidades de creer. Con eso ya estaríamos más centrados en lo que queremos defender, por lo que queremos morir y en lo que vamos a dejar como testimonio en este minúsculo pedazo de tiempo, que es nuestra existencia.


  

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