Aldanai es una lluvia en azul, un frío de invierno en verano, la compañera de mi soledad, Aldanai es mi amor mas amargo, una espina en el corazón, es el pretexto mas grande que tengo para no soñar, es la tímida caricia que recorre mis mejillas y empapa mis pupilas, difumina las estrellas y corta mi voz, es el espíritu de mi soledad, que esta noche me acompaña Fría , sutil, vestida en azul.
jueves, diciembre 25, 2014
Caprichosa tu
¿En qué lugar, en dónde, a qué deshoras Me dirás que te amo? Esto es urgente Porque la eternidad se nos acaba.
Jaime Sabines.
Extracto del poema, Te quiero porque tienes…
¿Porque hoy? ¿Porque esperaste tanto? ¿Porque hoy, resulta que te encanto?
Jorge Tylki
A tus caprichos y a tus donaires
¿Podre tener dignidad y no dejarme doblegar por tus deseos? ¿Podre tener valor de decirte que no? ¿Y porque no? ¿Qué es el deseo? Sí, no más que la realización de nuestros más locos sueños. ¿Porque tengo que decirle a mi mente que no, lo que todo el cuerpo me grita como si? ¿Por el ego? ¿Por lo que piensen los demás de mí? ¿Por lo que yo mismo piense de mí? Veme aquí una vez más débil de tus encantos, débil de tus caprichos y antojos. No quiero racionalizar mi sentir, no quiero racionalizar mis sentimientos, no quiero que me hagas preguntas, ni quiero que respondas mis dudas y cuestiones. Si quieres tomar todo de mí, tómalo, mientras que el tiempo dure en esta minúscula hora y esta sombría habitación, que así sea. Porque antes estaba a oscuras sin ti, digno, pero solo. Antes estaba a oscuras de ti, orgulloso, estoico, pero frio, ciego de tu luz.
Que este momento sea todo lo que me quede en las noches, que es más loable el recuerdo de la calidez de tus besos y de tus senos impávidos y turgentes, porque es más de lo que tenía antes de que tu deseo se apiadara otra vez de mí. Que yo sé que quien comparte tus días, no llena en absoluto esa necesidad, esa sensación, que está reservada para mí. Mejor una hora de tu vida viva, llena, fulgurante, que miles de horas a tu lado fría y erial. Que, después serás silencio, que, después serás olvido, si claro, esa es la verdad. Pero ¿qué expedición no cuesta vidas y recursos? ¿Qué descubrimiento no lleva miles de horas de esperas y sin sabores? Aquí me quedare en espera de tu próximo arrebato.
Aquí me quedare en espera, como el vigía que tiene como misión la tierra en el horizonte.
Aquí me quedare en espera como beato devoto, haciendo mi oración en silencio, en espera de que mis plegarias sean atendidas, por el fuego de tu capricho y pasión.
armando_vega@terra.com.mx
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