Se podría decir que la naturaleza humana tiene sus aristas, se
podría decir que es justificable cierto comportamiento en situaciones que
muestran una personalidad egoísta, altruista o desinteresada. Se podría decir
que la naturaleza humana en cierta medida tiene una tendencia al bien y que hay
más esperanza de supervivencia, porque así lo demuestran los millones de años
de evolución ininterrumpida, que en toda su maldad sus guerras el ser humano ha
logrado prevalecer, sin más consecuencia que unas cuántas millones de muertes,
no peores que las ocasionadas por epidemias o eventos desastrosos creados por
la propia naturaleza.
Un matemático y estadista realizo un estudio que demuestra que
los crímenes y muertes violentos han disminuido, que las cosas son mejores de
lo que aparentan, que antes había crímenes impunes y que ahora la justicia se
aplica mucho más que hace 1000 años o 300.
Seria de un pensamiento muy negativo, de un pensamiento muy
pesimista el no darle oportunidad al ser humano de demostrar su valía. Pero,
tras años de experimentos del comportamiento humano por estudios de
universidades que analizan el verdadero trasfondo de la humanidad, realmente yo,
no me fio de los humanos.
Siendo muy observador de comportamiento humano civilizado te
das cuenta de que el ser humano es altamente egoísta, siendo muy observador y
estudiando el lenguaje corporal y ciertas bases psicológicas del
desenvolvimiento de la personalidad, te das cuenta de que el ser humano es
mentiroso y manipulador, que busca prevalecer, trascender y tener el poder
sobre otros, al precio que sea.
Tras analizar factores de comportamiento humano, me doy cuenta
de que la gente ve sus acciones siempre como una inversión, no hay favor que no
se cobre, ni acto de bondad que no tenga su precio oculto.
Una realidad es que la madre odia al hijo y los hijos odian a
los padres que dentro de la mente deseamos el mal para las personas que decimos
amar, no de forma consiente, son actos involuntarios de la mente humana, que
crean un equilibrio de la psique, ya que con estos pensamientos liberamos
estrés y odios encerrados de una manera natural. La gente en general te desea
el mal, te desea la muerte más veces de
lo que te desea el bien. ya me lo decía un maestro de la universidad, siempre
está el pensamiento fatalista de los seres queridos, como por ejemplo, cuando
el hijo llega tarde, siempre la preocupación básica es que si no le habrá
pasado algo, te llaman y te preguntan estas bien, esperando lo peor o cundo el
niño juega es común escuchar decir a la madre ya deja eso que te vas a romper
una pierna o la boca, dentro de esa preocupación esta un deseo oculto de que te
pase algo o de perdis te mueras.
Si esto ocurre con las persona que más decimos amar que
sucederá con aquellas personas que nos importan una mierda y que ni de nuestra
familia son.
El rico odia al pobre, el pobre al rico, el inteligente al
estúpido, la bonita a la fea y viceversa, así una cadena de odios por
diferencias comunes, como el color de la piel, el idioma, las creencias
religiosas, tu lugar de nacimiento, tu tendencia política e inclusive tu
apatía.
La sociedad lleva estas
diferencias controladas, bajo una muy frágil civilidad, pero ante cualquier
evento que de rienda suelta a sus más grandes odios escondidos este ser humano
enmascarado, disfrazado de cordura y amor, te matara en cuanto tenga la
oportunidad.
Lo único que detiene una serie de asesinatos en masa son las
consecuencias que esto conlleva, pero jamás el amor o el pensamiento
equilibrado.
¿Que tengo un pensamiento pesimista y oscuro de la humanidad? si, es posible, ¿Que mi visión esta ennegrecida, por que se dé muy buena fuente
lo que se esconde detrás de su hipócrita sonrisa y teatralidad? si, no lo
niego, pero es imposible verlos de otra manera. Son muchos los estudios que
develan la careta que traemos puesta desde que somos sociedad. Difícilmente
creeré una buena intención, una acción desinteresada, un abrazo honesto o un
amor puro y real. Ya lo decía el dicho, nadie puede dar lo que no tiene, por
que de lo que está lleno el corazón, la realidad lo muestra en forma de hechos
innegables.
No conozco un solo ser humano que se ame, por lo tanto no hay
un humano que sepa amar, no conozco un solo humano que profese una religión con
su ejemplo, por lo cual no creo que ninguna religión muestre nada real y
aplicable, no conozco un solo humano digno de ser seguido, enaltecido o
ejemplificable.
armando_vega@terra.com.mx
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