Súper pinturas mágicas.
Cada Dios ha tenido que demostrar sus súper poderes, ya sea
con una filosofía trascendente o con una muestra de su divinidad, haciendo
milagros o portentosos actos que sobrepasan el
entendimiento humano, algo así como lo haría actualmente Criss Angel o
David Copperfield. Con estas demostraciones de poder estos antiguos dioses han
dejado constancia de su presencia en la tierra y así han instaurado religiones
que han dado motivo y razón de existencia a casi todo el mundo. Pero de las
deidades que más mueven dinero y gente en el mundo está la aparición del cerro
de Tepeyac; una deidad que no sé si es una diosa aparte, una sucursal de Jesús,
una deidad independizada como Beyonce de las destiny o una Diosa prehispánica
globalizada.
El caso es que esta supuesta virgen y diosa de los mexinacos
no tiene una filosofía, ni un decálogo, ni mandamientos, ni reglas espirituales
no tiene una fundamentación de la fe que miles le profesan cada año y que mueve
alrededor de más de 12 millones de personas que se amontona para dejar millones
de dólares de ganancias y un caos vial impresionante cada año.
¿Es como el caso de la realeza? en que el poder y mandato,
corona y títulos son legados por vinculo sanguíneo o como las esposas de
políticos aburridas y alcohólicas que de un día a otro se hacen artistas y
exponen en bellas artes solo por influencias de el de arriba, es decir su
viejo.
Porque, no entiendo ¿de dónde sacan los mexinacos creyentes
que la virgen exige su dadivas de sangre y sacrificios, promesas y veladoras?
Lo único que hizo esta supuesta aparición, fue acosar a un
supuesto nativo local, poniéndose necia (como toda mujer) hasta que le hicieran
un templo, para hacer más fácil la conquista cultural española.
De verdad que ahora 500 años después creo esto crea un precedente
para Jesús, Buda, Zoroastro,Go-ku, Quetzalcóatl,Batman y demás súper amigos
imaginarios, no necesitas hacer ningún milagro, ni hacer meditación en un árbol
o morir en la cruz, invocar a la serpiente emplumada con las esferas del
dragón, ya no, solo es necesario aparecerte ante un pueblo inculto y
supersticioso. Y dejarlos que solitos interpreten tu aparición como se les dé
la gana, pero que te adoren con dadivas, regalos y sacrificios, esos sí.
Esta virgen morena tuvo su origen como las mil y una noches en
la calenturienta mente de los harbanos árabes que la bautizaron como
Guadalupe(nombre castellanizado por los españoles, que sabemos muy bien que lo
que no entiende lo interpretan, por eso les debemos muchos nombres de estados
mexicanos que solo sonaban al español del náhuatl original) pero como su éxito
no fue mucho, después probó suerte en España, ya que este país heredo muchas
tradiciones, arquitectura y arte culinario, después de haber sido conquistado
por este pueblo, entonces la brillante mente de los monjes y clérigos de la
época, al ver la piel tostada de esta deidad se les prendió el foco, he idearon
la manera de catolizar más fácilmente a esos aborígenes, más necios que las
mulas, así crearon esta supuesta aparición con lujo de detalles en un libro
escrito por un sacerdote que se llama “la verdad de las apariciones del
Tepeyac” utilizando una técnica conocida por los Persas, Griegos y Romanos en
su tiempo, que es utilizar las creencias ya establecidas y mezclándolas con las
nuevas. Así al establecerse en un lugar sagrado para los locales y
representando una diosa autóctona de la región con símbolos prehispánicos y
toda la cosa, esto fue la fórmula perfecta para el éxito y así más de 500 años
después la gente sigue pidiendo deseos y milagros a una PINTURA muchas veces
retocada, restaurada y hasta sustituida.
Es más fácil creer en que un poder ajeno a nosotros nos
remiende los errores que por falta de disciplina, respeto y auto estima nos
creamos, es más fácil rezarle a una cruz, a un gordito o a un gato
saludador o en este caso a una pintura,
como la monalisa o las meninas, que responsabilizarse de nuestros propios
actos.
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