martes, noviembre 29, 2016

Hacer tu trabajo con vocación


Creo que toda profesión debería tener un mínimo de conocimientos prácticos y reales para poder ser realizados. Se debería hacer exámenes de conocimiento general de la profesión que se realiza y mostrar las calificaciones en base a esos conocimientos de manera pública con el fin de saber en qué grado de preparación está el profesionista que me brindara el servicio. En la universidad conocí gente no capacitada para llevar a cabo su licenciatura, sin embargo al ser muy emprendedores o gracias a las conexiones sociales se colaban en puestos de suma importancia en la salud y el servicio. Como entrenador, me he topado con una ignorancia tal en los demás  instructores que abruma su incapacidad, al ser tan deficientes en conocimientos básicos, sin el menor entendimiento en principios elementales de anatomía, de nutrición y el conocimiento básico de cómo funciona el cuerpo humano y su capacidad de adaptación. En el ámbito del entrenamiento es que algún vez tuve oportunidad de entrenar guardaespaldas de una importante empresa transnacional, ahí pude darme cuenta de que estos elementos armados no tenían la capacidad física, ni la condición mental para enfrentar una situación de tal magnitud. En todas la pruebas físicas no estaban ni siquiera a la altura de ser óptimos para hacer las actividades diarias normales de una persona común, por múltiples lesiones y deterioro de la edad, ya que la mayoría de esos elementos rebasaba los 40 años. Pero el echo de ser leales, serviciales y capaces de matar a alguien, los hacía funcionales para dicha profesión, sin ser óptimos, ni mínimamente capacitados profesionalmente. 

En la mayoría de los servicios profesionales,aún se acude a ellos por medio de la recomendación de boca a boca, como se hacía en la Edad Media, y eso funciona increíblemente aún en nuestros días, ya sea para ir a un restaurante o un servicio odontológico.

En peores escenarios, hay gente que ni siquiera estudio la licenciatura, y ni siquiera es real el titulo apócrifo que ostenta, ya que en México, es sabido que se puede conseguir muy fácilmente en la plaza de santo domingo o puedes plagiar tu tesis y ser presidente, sin repercusión alguna para realizar dicha función, con la importancia que esta falta representa.

He visto en YouTube los videos de los súper cívicos y los de conciencia ciudadana que andan cazando vecinos gandayas  y con asombro me doy cuenta que las autoridades carecen de la preparación mínima para realizar el cargo que la ciudadanía les encomendó, policías que no saben ni siquiera los derechos básicos de las personas que detienen, demostrando  un mínimo de cultura general y los cuales además de todo al ignorar los protocolos básicos de su profesión, son insultados, mangoneados y ridiculizados sin el menor respeto por la placa y función que representan.

Procesos de evaluación  correctos, nos dan profesionales confiables o por lo menos mínimamente preparados para desempeñar su actividad profesional . Pero lo peor, los mismos evaluadores que se niegan a ser evaluados, por el miedo a ser exhibidos como lo que son, una sarta de incompetentes, es una falta de respeto, no solo a su profesión si no a todos aquellos que tienen que recibir esa educación deficiente y mediocre.

Claro que no estoy de acuerdo con las imposiciones políticas de un gobierno corrupto y sus triquiñuelas partidistas, esos parasitos son los primeros que deberían ser evaluados, dado que solo son analfabetas medio funcionales.

Pero en lo que si estoy en desacuerdo, es que las personas sea cual fuere la profesion que realicen, esten tan poco comprometidos con la responsabilidad tan enorme que es hacer su trabajo con el amor y compromiso que tiene  o debería tener.

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