Me encantan los manifestantes, los quejosos de toda injusticia. Meencantan porque como reza el credo popular “son ciegos guiados por ciegos” pero su inocencia, su fervor, si no fuera tan tierna su lucha, tanromántica, tal vez fuera dañina, porque es una queja febril contagiosa pero en el centro de su ideología, banal y sin sentido.
Rezaba por ahí de un cartel queremos a los desaparecidos de ciertopaís, de cierta ideología que cierto gobierno o cierto cartel desapareció.Y bueno si los tuvieras de regreso, ¿que harías con ellos? ¿Les daríasalojamiento en tu casa? ¿Les prestarías tu auto? ¿Lo invitarías a comer? ¿Cambiarias su situación económica, cultural o anímica? Y si esasí porque no lo haces con tantos estudiantes, obreros y demáspersonajes que si están aparecidos y están al alcance de tu mano.
Me es extraño que aquellas personas que apoyan ciertas luchas, ciertasideologías, ciertas defensas sociales, siempre entren dentro de un perfil muy característico en sus lecturas, en su música, en sus drogas. Escomo si vivieran de la utopía y su vida tiene sentido en cuestión de que exista un gobierno represor y que ese es el motor de sus vidas.
No digo que no hay que estar en desacuerdo de algo, ni digo que no hagamos valido nuestro sano derecho de réplica o manifestaciónpublica, solo es interesante cuestionar que intereses reales hay dentro de los que claman justicia, si como los famosos estudiantes que con labia magnifica se hicieron públicos, por sus pliegos petitorios en contra del pendejo en turno presidente de México(que siempre lo es, pero hoy exagero) luego agarraron hueso en la televisora que detestaban y proliferaban corrupta; entonces la duda es razonable.
Hay un primo, un vecino, un hermano, un ciudadano que ahora mismoestá visible, que no está desaparecido, que te necesita, que tambiénquiere justicia, que también quiere igualdad, que se está drogando en soledad, en la esquina de cualquier escuela o que llora por no encontrar trabajo o porque es madre o padre adolecente y por eso mismo las oportunidades se cierran. Ese mientras no esté desaparecido, mientras que no esté en una fosa común o en un taller de costura en china, no es importante, no es noticia, ni te da derecho a hacer vandalismo y sacartodo tu odio a un sistema que está dentro de ti, más que dentro del gobierno que te representa.
Con todo mi huso de la palabra y con todo derecho a manifestarme cada que te vea en una marcha pidiendo por los que no están o las injusticias de un gobierno, te mandare a chingar a tu madre por pinchehipócrita, por falso, por cobarde, por borrego, por hacer de tu tiempo la mierda que aborreces y hacer de tu vida un sin sentido.
Dicen las mujeres de Juárez “ni una mas” refiriéndose a las desaparecidas y yo quisiera que esto fuera más lejos y que fuera másque una petición, que hasta el momento no ha funcionado, quisiera fura una realidad. Ni un mas explotada en talleres de costura sin prestaciones y en acoso sexual constante, ni un mas madre adolecente, ni un mas niña prostituida por los tugurios circundantes, ni una mas perdida en el desierto con su hijo en brazos, porque perdió la esperanza y el apoyo de sus vecinos.
Ojala que por cada queja que pongas en las calles tengas un solución en tu casa, ojala que por cada desaparecido que clamas que aparezca, luches aunque sea por uno que si esta y clama por tu ayuda y no por tus pinches pancartas.
Admiro tu valor por hacer algo, que es mejor que nada, pero sería másreal, más loable que realmente hicieras cambios visibles, cambios tangibles. Que realmente tuvieras valor de cambiar tu vida, tu entorno, tu filosofía y como actúas en consecuencia.
Ojala que un día aparezcan los valientes, los entregados, lo inteligentes, los altruistas, los propositivos, los optimistas, los honrados, los desapegados, los anti religiosos, los ciegos de música basura y televisión, esos son mucho más que unas decenas de pendejos y tienen muchos más siglos desaparecidos.
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