lunes, marzo 09, 2015

Viva la Suiza



Suiza es la consecuencia de la migración, aunque sus habitantes lo olvidaron, casi igual que los Gringos. Gente de Alemania, de Italia, de Francia, un día decidieron salir en busca de otras reglas, otras leyes, otras costumbres y hasta otra manera de hablar el mismo idioma. Por esa razón es que aquí se habla el francés y dialectos surgidos en raíz de este, se habla el alemán y dialectos de la misma manera y por la misma razón, así también el italiano, pero como ellos son más nacionalista conservan su idioma, un poco más cercano que los anteriores. Suiza es un país muy limpio muy organizado y aunque es muy nacionalista, la gente no sabe nada de su historia, ni de sus lugares de interés, ni la cultura general, como por ejemplo: que personajes están en sus billetes o que significa la palabra que pone nombre a su país “suiza” o porque es roja y blanca su bandera con una cruz en el centro.
 Una cosa más que los habitantes de aquí ignoran o se hacen pendejos, jugándole al loco, es que son participes de la corrupción mundial, que todo el dinero resultado de venta de drogas ilegales, trata de blancas, malversación de fondos, venta de armas y demás joyas de lo más terrible de la codicia humana, está protegido en sus bancos, blindados por el secreto bancario y demás corruptelas, que este hipócrita país se ha inventado. Siendo así esta corrupción consensada desde las guerras mundiales pasadas, por eso es que siendo el cochinito y cochinero del mundo es un país protegido he intocable por las leyes internacionales.
Aun así, es un país considerado muy honesto, honrado y transparente totalmente neutral, por eso es que todas la reuniones más importantes de mandatarios internacionales son aquí.
Los suizos son muy ricos  tienen el mejor nivel de vida de todo el mundo, ya que sus sueldo son de los más altos del mundo y sus prestaciones y jubilaciones dan para vivir como rey en cualquier país que se elija, para pasar los últimos años. Lo raro es que aquí mismo su dinero no les rinde, porque la vida aquí también es de las más caras del mundo y los alimentos o servicios básicos son a precios de terror, por  eso es que ellos buscan salir a cualquier parte del mundo para poder tener lujos y servicios que sean más adecuados al tipo de cambio de su moneda que actualmente está al nivel del Euro, aun así, con ese nivel económico tan bueno, los suizos tienen un nivel por los suelos de satisfacción, felicidad y plenitud y buscan dar rinda suelta a su verdadera naturaleza, pero nunca dentro de su país, siempre lejos en otras patrias y casi siempre se casan con extranjeros, los hombres tienen preferencia por las mujeres asiáticas, vaya a saber dios porque y las mujeres suizas tienen preferencia por negros y latinos, cuestiones de longitud y candela.
Mi experiencia aquí es más enriquecida por el aire tan limpio que hay, por los bosques y ríos que están a unos minutos caminando, del frió y la nieve que es soportable gracias a las prendas diseñadas para estos climas. de los espectaculares paisajes que no caben en la mirada,  de las maravillas naturaleza cotidianas, como las hermosas flores que adornan los caminos por doquier, de la fauna que habita en equilibrio en la ciudad y de las hermosas puestas de sol y las majestuosas montañas que rodean esta ciudad.
Mi gran problema es con la humanidad en general, son tan pendejos que se creen que por nacer en otras latitudes son otros seres distintos y  realmente no los son. Aquí en esta parte del mundo es lo mismo, son egoístas, supersticiosos, avaros, miedosos, muy frágiles y mortales.
Ellos me ven como extranjero, me ven como un estereotipo de la cultura que me vio nacer, pero no tiene idea realmente de la persona que soy, ni de las ideas que muevo en mi mente.
Como siempre lo afirmo, yo estoy de paso por este mundo, soy turista del mundo y si un día nací en medio de la basura, hoy no más por joder al destino, me cuelo en un lugar, por decir algo, más primera clase, sin muchas sorpresas, ni muchos beneficios. Sigo amando las noches estrelladas, las lunas llenas, las puestas de sol, el cielo azul o nublado o como le dé la gana amanecer, el viento entre las ramas de los arboles, la belleza y las curvas de la mujer del color que sea; todo eso lo tengo de sobra donde este, donde me encuentre,  donde me dé la gana habitar y sin creerme dueño del pequeño espacio que habito.

Todos los hombres mueren, no todos los hombres viven. 











armando_vega@terra.com.mx

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