Suiza es la consecuencia de la migración, aunque sus
habitantes lo olvidaron, casi igual que los Gringos. Gente de Alemania, de
Italia, de Francia, un día decidieron salir en busca de otras reglas, otras
leyes, otras costumbres y hasta otra manera de hablar el mismo idioma. Por esa
razón es que aquí se habla el francés y dialectos surgidos en raíz de este, se
habla el alemán y dialectos de la misma manera y por la misma razón, así también
el italiano, pero como ellos son más nacionalista conservan su idioma, un poco
más cercano que los anteriores. Suiza es un país muy limpio muy organizado y aunque es muy nacionalista, la gente no sabe
nada de su historia, ni de sus lugares de interés, ni la cultura general, como
por ejemplo: que personajes están en sus billetes o que significa la palabra que
pone nombre a su país “suiza” o porque es roja y blanca su bandera con una cruz
en el centro.
Una cosa más que los
habitantes de aquí ignoran o se hacen pendejos, jugándole al loco, es que son
participes de la corrupción mundial, que todo el dinero resultado de venta de
drogas ilegales, trata de blancas, malversación de fondos, venta de armas y
demás joyas de lo más terrible de la codicia humana, está protegido en sus
bancos, blindados por el secreto bancario y demás corruptelas, que este
hipócrita país se ha inventado. Siendo así esta corrupción consensada desde las
guerras mundiales pasadas, por eso es que siendo el cochinito y cochinero del
mundo es un país protegido he intocable por las leyes internacionales.
Aun así, es un país considerado muy honesto, honrado y
transparente totalmente neutral, por eso es que todas la reuniones más
importantes de mandatarios internacionales son aquí.
Los suizos son muy ricos
tienen el mejor nivel de vida de todo el mundo, ya que sus sueldo son de
los más altos del mundo y sus prestaciones y jubilaciones dan para vivir como
rey en cualquier país que se elija, para pasar los últimos años. Lo raro es que
aquí mismo su dinero no les rinde, porque la vida aquí también es de las más
caras del mundo y los alimentos o servicios básicos son a precios de terror,
por eso es que ellos buscan salir a
cualquier parte del mundo para poder tener lujos y servicios que sean más
adecuados al tipo de cambio de su moneda que actualmente está al nivel del Euro,
aun así, con ese nivel económico tan bueno, los suizos tienen un nivel por los
suelos de satisfacción, felicidad y plenitud y buscan dar rinda suelta a su
verdadera naturaleza, pero nunca dentro de su país, siempre lejos en otras
patrias y casi siempre se casan con extranjeros, los hombres tienen preferencia
por las mujeres asiáticas, vaya a saber dios porque y las mujeres suizas tienen
preferencia por negros y latinos, cuestiones de longitud y candela.
Mi experiencia aquí es más enriquecida por el aire tan limpio
que hay, por los bosques y ríos que están a unos minutos caminando, del frió y
la nieve que es soportable gracias a las prendas diseñadas para estos climas. de
los espectaculares paisajes que no caben en la mirada, de las maravillas naturaleza cotidianas, como
las hermosas flores que adornan los caminos por doquier, de la fauna que habita
en equilibrio en la ciudad y de las hermosas puestas de sol y las majestuosas
montañas que rodean esta ciudad.
Mi gran problema es con la humanidad en general, son tan
pendejos que se creen que por nacer en otras latitudes son otros seres
distintos y realmente no los son. Aquí
en esta parte del mundo es lo mismo, son egoístas, supersticiosos, avaros,
miedosos, muy frágiles y mortales.
Ellos me ven como extranjero, me ven como un estereotipo de la
cultura que me vio nacer, pero no tiene idea realmente de la persona que soy,
ni de las ideas que muevo en mi mente.
Como siempre lo afirmo, yo estoy de paso por este mundo, soy
turista del mundo y si un día nací en medio de la basura, hoy no más por joder
al destino, me cuelo en un lugar, por decir algo, más primera clase, sin muchas
sorpresas, ni muchos beneficios. Sigo amando las noches estrelladas, las lunas
llenas, las puestas de sol, el cielo azul o nublado o como le dé la gana
amanecer, el viento entre las ramas de los arboles, la belleza y las curvas de la mujer del color
que sea; todo eso lo tengo de sobra donde este, donde me encuentre, donde me dé la gana habitar y sin creerme
dueño del pequeño espacio que habito.
Todos los hombres mueren, no todos los hombres viven.
armando_vega@terra.com.mx
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