La base fundamental que
sostiene cada estructura tiene un punto de fallo, tiene un punto donde es
posible desbaratarla y derribarla totalmente y ver de lo que realmente está
hecha la base donde se fundó toda la cimiente de tal edificación.
Me gusta sacar lo peor de las
personas, porque es interesante ver sus verdaderas caras, es interesante saber
quiénes son en realidad, porque a veces ellos en sus máscaras se olvidan de
quienes son realmente o simplemente no se conocen lo suficiente para criticarse,
para cuestionarse.
Amigos, familiares, novias y
demás cercanos han pasado por mis experimentos de conducta, pero nunca fue con
el fin de divertirme o burlarme de ellos, es una manera de agradecer su
presencia dándoles el regalo de conocerse a través de golpes bajos a su
carácter y sobre todo a su ego.
Mover los hilos en los que
están sustentadas sus creencias son variados, desde apegos enfermizos por la
familia, hasta su amor a Jesús, su dependencia de lo material o su prisa sin
sentido.
En artes marciales, hay un
golpe que está enfocado a un punto de quiebre de la estructura que todos los
seres humanos tienen, es un golpe que requiere mucho conocimiento de la
anatomía humana, así como el análisis de la estructura corporal, ese mismo golpe puede darse de manera
emocional y es muy útil cuando se busca derribar sueños guajiros y creencias
endebles.
Hubo gente que derribó mis
sueños, que destrozó mis creencias, que me puso al límite de lo que creía que
era yo, y gracias a eso puede conocerme realmente, gracias a eso es que pude
ver de qué madera estaba hecho, y gracias a eso mi personalidad se transformó
en una búsqueda sin engaños, sin timos y sin falsas ilusiones en cosas sin
sentido.
Estoy seguro que muchas de
las personas que han pasado por esa experiencia, que pone a prueba sus
creencias o su entereza, no sabrán agradecer tal regalo, no sabrán visualizar
la grandeza que alcanzaron después de haber salido avante de una situación que
en apariencia negativa les dejo tan enriquecedora lección, sólo lo sabrán
cuando enfrentando una situación similar o peor y ahí se den cuenta, que ahora,
son más fuertes de lo que pensaban.
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