Te vi y
fue como si reconociera tu silueta de memoria.
No fue
coincidencia, casualidad, premeditación, ni ventaja, solo te vi.
Entre la
luz y tu vestido gris vislumbre tu lencería y me deleite con tus curvas
seductoras. Con tus nalgas macizas y tus senos turgentes.
Tu piel
canela y tus ojos negros, eran una invitación para deslizar mis dedos por el
contorno de tu piel y así ver dilatarse tus pupilas y a tu piel sensibilizar con mi sutil
reconocimiento.
Tu boca
fresca,miel dorada, azucarada, como el fruto prohibido del cuento aquel.
Te vi y
no fueron necesarias palabras para conocerte, porque mis ojos ya te habían explorado y mis manos, querían sólo confirmar
ese camino recorrido.
Era
imposible no ser arriesgado, valiente o tan osado, cuando tu aroma invadió mi
espacio. sabias que me pertenecías y que te necesitaba desde siempre en el
pasado.
El baile
sensual, tu sudor, nuestros cuerpos, dieron la pauta para sabernos eternos.
Te vi y
te descubrí mía enseguida, me viste y sabias que te buscaba de lejos, de
siempre.
He
despertado y aún tengo impregnada tu figura en mis manos, tus rasgos y tu
mirada clavada en el deseo. Fue un sueño, un arcano, un presagio,un oráculo, un
reencuentro perdido en mundos alternos.
armando_vega@terra.com.mx
5:45 de la mañana en algún lugar de España un
2 de febrero del 2015
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